No es casualidad que la moda más blanca llegue con el auge de la extrema derecha en Occidente. Tampoco es casualidad que haya dejado de incomodar: adiós a las modelos plus size en las pasarelas y en las portadas de revistas, adiós al maquillaje de colores vivos, adiós a un estilo lleno de volúmenes, formas, contrastes. Adiós a todo aquello que nos hace pensar, a todo aquello que nos mantiene despiertas, pensativas, haciendo crítica. Puedes llamarlo como quieras: old money, clean girl, office siren, balletcore, etc. Todo nos lleva a la representación de feminidad, en algunos casos a la infantilización, en otros casos a la sobriedad. La idea de una cara lavada, el pelo perfectamente peinado y recogido, un look de colores apagados y accesorios casi imperceptibles son la combinación perfecta para no ser vistas, ocupar menos espacio, pasar desapercibidas, ser recatadas, controladas.
La moda -como el arte- debe ser un arma política y una herramienta más para comunicarnos. Tengo una opinión clara sobre esto: hay que utilizarla para romper con el orden que implanta la extrema derecha. Tengo otra opinión: la moda tiene que ser incómoda. A la moda le gusta responder con austeridad cada vez que nos encontramos en un punto de malestar político, porque la moda -ante todo- quiere pertenecer a las clases altas. La moda quiere ser la número uno-quiere escalar-quiere que dejemos de hacernos preguntas-quiere formar parte de todos nosotros-quiere que la utilicemos sin tener en cuenta nuestro contexto porque necesita ser la industria y no la cultura. Las tendencias en algunas pasarelas, en las revistas y en la calle son claras: disciplina, control, silencio.
Sin embargo, si nos movemos geográficamente y vamos hasta el sur, la primera imagen que aparece en nuestra mente (o en Google) es un estilo exuberante, repleto de volúmenes y movimiento, colores que contrastan, estampados variados, accesorios maximizados. Un estilo que ocupa espacio, un estilo que no sigue un orden, un estilo que nos lleva a lo opulento. ¿Por qué aquello que es demasiado está ligado al sur? ¿Por qué la elegancia representa disciplina? ¿Por qué representa lo correcto? ¿Por qué la moda se ha vuelto discreta? ¿Dónde queda la denuncia política? ¿Cómo podemos salir de esta rueda? ¿Por qué nos venden que la naturalidad nos hace más serias, más listas? ¿Por qué las curvas son vulgares? Cuanto menos pensemos en cómo nos mostramos al mundo, más eficientes seremos. Seremos más productivas si nos consideran elegantes y no nos cuestionan. Seremos más productivas si no somos amenazantes. Seremos más productivas si seguimos la corriente. Esto no es una incitación a la compra, no significa que necesitemos más cantidad, pero sí necesitamos ser más excesivas con lo que tenemos. Necesitamos no seguir la norma, ir en contra del silencio y materializar nuestros ideales. Hay que llevar nuestra ética hasta un punto en el que sea tangible para que los demás puedan percibirla y sentirla, para formar parte de un movimiento que está en oposición a lo que la extrema derecha quiere implantar en nuestras vidas.
Me viene a la mente la MET Gala. ¿Qué veremos en la alfombra roja? Este año se cruza un tema de un gran peso político y social con un momento de tensión y miedo. La exposición que acoge el Museo Metropolitano de Nueva York se centra en Superfine, tailoring black style y los anfitriones elegidos son casi todos afroamericanos. Sin embargo, el dresscode ha sido acotado -siempre ocurre así- y se resume en Tailored for you. ¿Se limitarán los invitados a llevar trajes hechos a medida? ¿Se ceñirán a crear piezas de sastrería olvidando el componente político de la exposición? ¿Tendrán en cuenta a los anfitriones y la historia de los afroamericanos en su país?
Tecleo en el buscador clean style, voy directa a las imágenes: solo veo figuras delgadas. Solo personas blancas. Solo cuerpos sin caderas. Solo brazos finísimos. Solo caras esculpidas. ¿Puedes ser elegante si no eres delgada? ¿Puedes sumarte al athleisure style si tienes curvas? ¿Por qué esta tendencia ocurre a la vez que el boom del Ozempic? Las fotos de Google me absorben e hipnotizan: todas las chicas tienen las rodillas huesudas, poco pecho, piernas alargadas. Me resulta agotador. ¿No debería ser la moda todo lo contrario? ¿Existe ahora una contramoda? ¿Acaso no tendría que ser un comportamiento que lo agitara todo? Nos convencen para que volvamos a lo que relacionamos con la pureza y la inocencia, suprimiendo todo aquello que altere nuestra atención y que nos haga pensar: son claras señales de recesión y de autoritarismo.
Si estás en un punto en el que te has venido arriba como yo, aprópiate de algo que moleste a los demás, algo que sepas que mirarán, algo que los deje pensativos. Hace unos meses tomé la decisión de no depilarme el entrecejo a pesar de que a veces hasta me incomoda a mí misma. Te animo a que hagas algo que vaya con la armonía de tu cuerpo o con tu ideología. Si la sociedad considera que no tienes un cuerpo normativo, enséñalo más. Si quieres raparte y eres una chica, adelante. Lleva al extremo algo que no sea clean, algo que esté asociado al género contrario. En general, el pelo es un arma con mucha fuerza así que haz lo con él lo que quieras. Hazlo-hazlo-hazlo. No te peines, no te eches anti-frizz, déjate los rizos al natural, deja de usar la plancha.
Deja de seguir a influencers/creadoras de contenido que defiendan este tipo de modas. Sigue a las que tengan un pensamiento detrás y defiendan ideas. Sigue a personas que te aporten a través del arte, de la cultura, de la política. Personas que se cuestionen cosas, que se hagan preguntas, que se preocupen por lo que está ocurriendo. En definitiva, personas que se posicionen. Te doy ejemplos: @callmeakima, @vivthemole.
Cuando quieras llevar una prenda o un look, piensa antes qué dice de ti. ¿Soy esto? ¿Estoy intentando desaparecer con este outfit o todo lo contrario? ¿Qué estoy comunicando? ¿Cómo me van a percibir? Piensa si con tu estilo puedes rebelarte, aunque sea mínimamente. Lleva un maquillaje más llamativo, unos accesorios maximizados, ponte corbata o una prenda que se salga de lo común.
Busca revistas de moda con un trasfondo político y social, medios que tengan artículos y entrevistas que te hagan razonar, que consigan que te preguntes cosas y activen tu mirada más crítica.
Ocupa el espacio que quieras ocupar. Ocupa espacio en el transporte público, en un bar, en la calle, en reuniones, en el trabajo.
Aléjate de lo limpio. No perteneces a la clase alta. No tienes la vida resuelta. No vivas con el cerebro apagado.
Cuestiona lo que ves en las redes, hazte preguntas, contrasta si lo que ves es real, no te sumes a los bulos, no caigas en explicaciones incompletas.
qué pasada qué pasada, has puesto en palabras justo lo q llevo pensando muchísimo tiempo. el clean girl aesthetic, las tradwifes, los "i'm just a girl" y derivados... son todo lo mismo: el reflejo del conservadurismo de siempre embalado con un lazo
Según mi opinión, no se puede ni se debe obligar a nadie a seguir cánones o modas, sean "buenas" o "malas" de izquierda o de derecha. La gente (me atrevería a decir la generación Z) prefiere estos estilos más sobrios, como describiste, por un exceso de ruido. Ya hubo muchas curvas, ya hubo mucha exuberancia. Y ahora la rebeldía que reclamas implantar va en contra de la norma: exuberancia y contrastes. Es decir, invitas a la rebeldía, pero no a lo que es actualmente mayoritario, sino rebeldía a lo que vos consideras malo. Yo personalmente no le diría a nadie que se revele por revelarse, hacer ruido por hacer ruido, sino que hagan lo que consideren menester. Y veo que la generación Z, la que está llevando la batuta, se inclina por ideas clásicas o tradicionales. ¿Qué puede uno hacer contra eso? Aceptarlo y actuar en consecuencia o ponerse a llorar por ya no ser la generación dominante.